miércoles, 30 de octubre de 2013

Byron Baker


El azar quiere que nos ocupemos en semanas sucesivas de dos figuras claves del surrealismo de Los Angeles, ya que en poco espacio de tiempo han aparecido el libro de Jhim Pattison y este cuaderno de dibujos automáticos de Byron Baker.
Hijo de un batería de big band jazzísticas, su encuentro capital fue un dibujo de Joan Miró en un álbum de Dave Brubeck. Arte y música se convertirían así en los dos faros de su vida.
Baker y Pattison entraron en el surrealismo al mismo tiempo, o sea al poco de producirse la desafortunada ruptura en el grupo centrado en Chicago. Ambos animan el Armaghetto Ensemble y Mal Occhio, ambos participan tanto en la exposición de 1983 “Harvest of Evil” como en la película Door to Freedom, del año siguiente, y ambos forjan Una Sull’atra (One on Top of the Other, poema de Pattison con dibujos de Baker).
Las pinturas y los dibujos de Byron Baker están bien representados en Invisible Heads (pp. 110, 111, 120, 121, 207, 257, 309, 540, 642, 643). Llama poderosamente la atención la coherencia de la obra de este artista, puesto que sus dibujos de 1976-1977 guardan estrecha relación con los que ahora presenta en Searings, una centena realizados entre 2009 y 2013. El último de Invisible Heads es precisamente de 2009 y pertenece a la “familia” de los incluidos en el grupo dos de Searings, que ha sido estructurado en ocho “grupos” de diferente tonalidad. En el sexto, hay unos cuantos que nos hacen pensar en algunos de los realizados recientemente por Antonio Ramírez, del grupo español Salamandra, aunque las diferencias no salten menos a la vista.
Los dibujos de Byron Baker son una fiesta del automatismo, e inspiran a Stephen Lock y Will Alexander breves textos, que concluyen respectivamente así:
“Byron Baker has obviously witnessed the flights of immense glass waterbirds, and we are the lucky ones to see his translations of their infinite trails upon the whitening foam of the sea.”
“In the book’s colour field as well as its black and white counterparts, one feels the original force of an optic tornado, of an apparitional calligraphy entwining itself inside one’s neural ore. In Baker’s Searings there remains constant reference to the Sophia Perennis via the visual.”.
También poeta, de Byron Baker hay en la página 202 de Invisible Heads el que expuso en “Harvest of Evil” y en la 668 el que dedicó en 2009 a su viejo amigo Jhim Pattison, y del que, por no cambiar la costumbre de este día, voy a reproducir los últimos versos:
“how elegant the plumage of your totem,
the Owl, as it lights upon your horizon
carrying a message forever unfolding in its wings...”