miércoles, 17 de diciembre de 2014

Colección Francis Dumont

De las dos más recientes subastas parisinas en que interviene el experto Claude Oterelo, llamo la atención sobre el catálogo del 17 de noviembre, ya que se dedica a la colección de Francis Dumont. En portada, uno de los preciosos jeroglíficos de Eva Svankmajerova, lo que sorprende cuando lo habitual es que no se pase del período bretoniano.
Francis Dumont formuló en 1943 un cuestionario interesante sobre los maestros a los que se debe más, cuyo resultado no sé si llegó a publicarse (creo que no). La respuesta de Maurice Blanchard, como es de esperar, debe haber sido la mejor: “Le hasard, le temps, les brutes, les repus, les assis, leur absurdité et leur ignominie ont cultivé patiemment mon agressivité” (no traduzco, para que no se pierda lo de “les assis”, que envía al gran poema de Rimbaud, definitivo en la materia).
Una carta de Adrien Dax despotrica de Cocteau y evoca a René Alleau, con quien se encontró en Saint-Cirq: “Me ha parecido un hombre extraordinario desde cualquier punto de vista. Muchas reservas, una gran cultura, sin el menor sectarismo, en fin, tantas cosas que nos alejan, felizmente, de los habituales chamarileros de lo oculto”.
En imágenes, hay dos bellos dibujos de Camacho: Le boiteaux se révolte y Le loup. El primero figura en el anverso del catálogo de la exposición suya en la galería Raymond Cordier, en 1962, y lleva la leyenda “La belleza será convulsiva o no será. A. B.” El segundo está dedicado a Gilbert y Marie-Françoise Lely.


De Léo Malet hay varias cosas. Esta es una carta collage, en que una escultural muchacha le arroja una silla a los polis, reunidos en los Campos Elíseos  para defender una vez más el orden de los poderosos. En otra foto, realizada nada menos que por Denise Bellon, vemos a Malet haciendo de Nestor Burma, cachimba en una de las manos a pesar de levantarlas ante un enemigo que lo ha cogido por sorpresa. Se deduce de aquí que la foto de Malet que aparece en la página 174 de La vache enragée, y de la que no se dan créditos, es también de ella, ya que Malet aparece vestido igual, y debe tratarse pues de una serie sacada por la maravillosa fotógrafa surrealista.
Pero lo mejor viene de Claude Tarnaud: dos piezas en que se vale del collage, la cera y la tinta china, con destaque para esta: Les voyeuses Braille l’anémone de mer, precioso montaje hecho a partir de collages de manos.