miércoles, 9 de septiembre de 2015

El surrealismo y el mito templario


El tercer número de La Vertèbre et le Rossignol acaba de salir y es obtenible vía lulu.
Los números anteriores aparecieron en 2009 y 2010, como expresión del grupo homónimo. Su principal animador era y sigue siendo David Nadeau, quien ahora opta por un número monográfico, con mayor empaque y calidad visual.
Se dan en este número los resultados de la investigación propuesta por Nadeau hace un año, y que pudimos airear aquí mismo. Se trataba, a partir de un sello medieval de los caballeros templarios y de un grabado de Baphomet, de confrontar los contenidos utópicos y distópicos asociados al mito templario”, considerado este como capaz de plantear de manera directa “la cuestión de las relaciones entre el esoterismo, la utopía libertaria y el poder autoritario”.
El resultado es magnífico, con poemas, ensayos e intervenciones sobre las dos citadas imágenes. En forma de collage, fotografía o dibujo se expresan Sasha Vlad, Patrick Lepetit, Marcus Rogério Salgado, Stephen Kirin, Alex Januário, Rodrigo Mota, Bill Howe, Rik Lina, Irene Plazewska, Steve Venright (cuya contribución, La cruz de Baphomet, aparece en la portada), Antonio Ramírez, Floriano Martins, Ribitch, etc. Con poemas, Rodrigo Verdugo Pizarro y Dan Stanciu. Con una carta a Baphomet Éliphas, Verónica Cabanillas Samaniego. Con un texto conjunto de azar objetivo, Merl Fluin y Paul Cowdell. Con ensayos, Patrick Lepetit y Paul Sanda. Lástima que hayan faltado los checos y eslovacos, pero eso ya tiene que ver más bien con su existencia muy independiente; recuérdese también que el otro grupo checo, Stir Up, celebró en 2007 la exposición “Templarios, iniciados al misterio”.
Nadeau introduce la investigación y la cierra con unas conclusiones, aunque unos anexos incluyen un pasaje del César Anticristo de Jarry (quien, como Villiers en El castillo de Axel, se ha valido de la figura del templario para representar, como señala Nadeau, “el triunfo del amor y del espíritu sobre las condiciones miserables de existencia”), un poema de Breton y otro de Desnos y un texto de L’écart issolud de Jean-Pierre Lassalle, uno de los grandes conocedores de la materia templaria y hermética en general; estos anexos se acompañan de los Baphomets de Pierre Molinier y Kurt Seligmann.
Los ensayos de Lepetit y Sanda son magistrales, pero los antiteos y anticristianos (entre quienes me sitúo) fruncirán el ceño cuando el segundo habla del “Dios total”, de “grandes santos” como Santo Domingo o de “la fe en Jesús, una fe justa y tolerante, libertaria y libertadora”, que es como él caracteriza la religión de los templarios en tanto opuestos a la inenarrablemente abyecta iglesia romana.
Estamos ante un proyecto cuya realización superó las expectativas, y que debería tener continuidad en otros similares, hoy que se está imponiendo el sistema de publicaciones sin coste editorial

Sasha Vlad, Graal flibuste